La educación teológica debe tomar como punto de partida la Gran Comisión, que expresa con claridad el propósito de Jesucristo de edificar su iglesia por medio de “hacer discípulos”; siendo nuestro objetivo formar líderes y pastores íntegros y responsables con su llamamiento, capacitados en los aspectos Bíblicos, Teológicos, Ministeriales y Eclesiales; personas éticas y morales, centrados en el modelo de vida y obra de Jesús.